La salud dental va mucho más allá de una sonrisa estética. Cuando una pieza dental se encuentra debilitada, fracturada o ha sufrido una pérdida significativa de estructura, es fundamental optar por soluciones restauradoras eficaces. Una de las más utilizadas en odontología conservadora y rehabilitadora es la corona dental.
Una corona dental es una estructura protésica fija que se coloca sobre un diente previamente tratado o sobre un implante, con el objetivo de restaurar su forma anatómica, funcionalidad y estética. Es lo que comúnmente conocemos como una “funda”, ya que recubre completamente el diente natural o el pilar del implante.
Este tratamiento permite devolver la integridad de la arcada dental en casos donde la estructura original del diente ha sido comprometida, bien por caries extensas, fracturas, desgaste severo o tratamientos previos como la endodoncia.
Las coronas dentales son una solución habitual en odontología restauradora. Se indican en diferentes situaciones clínicas, entre las que destacan:
La elección del material dependerá de factores clínicos, funcionales y estéticos, así como de las preferencias del paciente y el criterio profesional. A continuación, se detallan los tipos más comunes:
En Clínica Dental Masot seguimos un protocolo clínico estructurado que garantiza resultados funcionales y estéticos duraderos al poner las coronas dentales. Este proceso se divide habitualmente en varias fases:
En algunos casos, se puede optar por sistemas CAD-CAM para fabricar y colocar la corona el mismo día, aunque no es viable en todos los escenarios clínicos.
El procedimiento se realiza habitualmente bajo anestesia local, por lo que el paciente no debería experimentar dolor durante el tratamiento. Tras la colocación, puede haber cierta sensibilidad temporal, sobre todo al frío o la presión, que suele remitir en pocos días.
La longevidad de una corona dental depende de diversos factores: la calidad del material, la técnica empleada, la higiene oral del paciente y sus hábitos. En condiciones ideales, puede tener una vida útil de 10 a 15 años, e incluso más si se realizan revisiones periódicas.
Aunque las coronas no se ven afectadas por la caries como tal, el diente que recubren sí puede sufrirla si no se mantiene una higiene adecuada. Estos son algunos consejos:
Las coronas cubren todo el perímetro del diente y se utilizan cuando hay un compromiso estructural severo. Las carillas son más conservadoras y solo cubren la cara externa del diente, con fines estéticos.
Sí, especialmente los primeros días. Si persiste más de una semana o se intensifica, es recomendable acudir a revisión.
Debe guardarse y acudir a la clínica lo antes posible. En muchos casos, se puede recementar si no hay daño estructural.
Sí, aunque es poco frecuente. Un traumatismo fuerte o morder algo muy duro puede provocar fracturas en la porcelana.
Una vez adaptada correctamente, no debería afectar ni al habla ni a la masticación. De hecho, mejora significativamente la funcionalidad en comparación con un diente dañado.
Las coronas dentales representan una solución altamente efectiva para restaurar dientes comprometidos tanto funcional como estéticamente. Gracias a los avances en materiales y tecnología, hoy en día es posible lograr resultados completamente naturales y duraderos.
En Clínica Dental Masot, contamos con un equipo especializado y tecnología de vanguardia para garantizarte un tratamiento seguro, personalizado y con los más altos estándares de calidad.
Si necesitas más información sobre qué es una corona dental o deseas valorar si este tratamiento es adecuado para tu caso, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte a recuperar la salud y belleza de tu sonrisa.